La sociedad
construye el mundo artificial, por medio
de los desarrollos de procesos y objetos tecnológicos, actividad que
realiza el hombre en forma organizada e
intencionada, esto en consecuencia se produce en un tiempo y espacio
determinado, caracterizando a la Tecnología por su existencia concreta.
Las sociedades
van a validar este mundo artificial y la escuela debe ser la encargada de
brindar las herramientas para que los estudiantes puedan analizar en forma
comprensiva y crítica esta realidad. Los estudiantes deben iniciarse en el
reconocimiento de su propia cultura Tecnológica y reconocer sus vínculos con los fenómenos
técnicos.
Los saberes
del área de Tecnología se ligan con el campo vivencial e empírico de los niños
y niñas sin distinciones, esto permite
desarrollar la curiosidad por los fenómenos técnicos, el cómo se hacen las
cosas, cómo funcionan; produciendo un efecto motivador del aprendizaje y la
posibilidad de interdisciplinariedad con las otras áreas de la currículo.
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